El poder de la publicidad en la percepción del precio: ¿de verdad tu producto es caro?
Mateo Velasquez
1 min leer


Si constantemente escuchas que tu producto o servicio es muy caro, el problema no siempre está en el precio. Muchas veces, lo que falla es tu marca, tu contenido y tu comunicación.
Una marca de papel higiénico decidió hacer un experimento: dejar de hacer publicidad y luego reanudarla, para observar cómo eso afectaba el precio que los consumidores estaban dispuestos a pagar.
El experimento: ¿qué pasa cuando dejas de hacer publicidad?
Durante el periodo sin publicidad, el precio relativo del producto cayó de forma notable. El gráfico lo deja claro: al suspender la inversión en comunicación, el valor percibido del producto bajó.
Pero cuando la marca volvió a invertir en publicidad de manera constante, los resultados cambiaron radicalmente:
El precio que los consumidores estaban dispuestos a pagar aumentó en un 10%, sin que el producto cambiara en absoluto.
¿Qué nos dice esto?
Que la publicidad no solo vende más, sino que hace que las personas valoren más lo que vendes.
El mismo papel higiénico, exactamente igual, logró ser percibido como más valioso solo por estar respaldado por una estrategia de comunicación.
No se trata solo del precio, sino del valor percibido
Tu producto no es caro. No está siendo bien comunicado.
Si no tienes una marca sólida, ni una estrategia clara de contenido y publicidad, las personas no entenderán el diferencial que ofreces y te compararán solo por precio.
Y competir por precio es una carrera hacia el fondo.
¿Qué puede hacer la publicidad por tu negocio?
Aumentar la percepción de calidad
Generar confianza y conexión emocional
Posicionar tu marca con claridad
Justificar precios más altos con valor simbólico
Conclusión: vender mejor empieza por comunicar mejor
Si quieres que tus clientes estén dispuestos a pagar más, necesitas construir una marca que lo respalde y una comunicación que lo demuestre.
Invertí en publicidad estratégica
Reforzá tu propuesta de valor
Hacé que el mercado entienda por qué valés lo que cobrás
Porque al final, no se trata solo de lo que ofreces, sino de lo que el otro percibe cuando te escucha.